Convocatoria Ficciones 2011
Encuentro Bienal de Fotografía
NUEVOS / PÚBLICOS
En nuestra anterior edición emprendíamos un camino desde las ficciones: posicionamientos diversos desde la cada vez más omnipresente fotografía y sus nuevas prácticas. Cabe pensar que estas nuevas prácticas configuran plataformas que albergan, entre otros, a nuevos públicos y que irremediablemente las artes visuales no pueden ser indiferentes a éstos.
Cierto es que la palabra nuevo acerca un problema conocido para el arte moderno. No es ajena a las vanguardias artísticas ni a su propuesta universal. Podemos entender la ruptura sistemática de los movimientos artísticos del siglo xx, como una ruptura con lo precedente, con el pasado inmediato, así como con el pasado que enmarca, contenida en la idea de progreso, a la Historia del Arte. Este mito necesario para categorizar las prácticas artísticas es el mismo que produce la necesidad de ruptura inmediata con el pasado. Es aquel que para el arte moderno daba la posibilidad de incorporar prácticas desde la alteridad hacia una nueva configuración políticamente más permisiva.
Desde otro lugar, problematizar la novedad ha sido un eje de tensión en el mundo del arte en los últimos 50 años. Prácticas apropiacionistas, simulacionistas, hiperrealistas, han servido para evidenciar la hegemonía historicista en las artes visuales, un necesario devenir que sostiene la propia práctica artística. Estas estrategias de representación que en un primer momento, confrontaron la idea de mímesis, plagio y propiedad intelectual, emergieron desde una renuncia explícita a lo original novedoso.1 Incluyendo aún a aquellas que han propuesto al arte como un proceso tautológico y a sus prácticas como un panfleto desestetizador. De forma explícita, por omisión o por tensión, las referencias del pasado han sido necesarias como mito fundante.
Sin duda, nuestra relación con las imágenes ha cambiado desde la invención de la fotografía a esta parte y la legitimación y el efectivo uso de la fotografía dentro de las artes visuales ha sido una parte minoritaria en este universo. Es decir que los medio fotográficos no sólo trascienden nuestras referencias, sino que también han tomado lugar en diversas construcciones identitarias.
Por otra parte, podemos pensar en la segunda parte de este binomio, los públicos. Mas allá de subcategorizarlo2, pensar en el público es pensar en accesos, en posibilidades interpretativas, en el receptor como un proyecto en sí mismo. Decir nuevos públicos en un circuito de instituciones artísticas será decir niños y adolescentes, estudiantes, visitas guiadas. En definitiva, un grupo visualizado como carente de discurso, de referencias históricas, de juicio.
No acontece como en el cine masivo o la publicidad, donde Súperman reaparece cada cinco años como si fuese la primera vez3, y los planteos estéticos son reincorporados y mostrados a un nuevo público objetivo apto para su consumo. De alguna forma, que esto no suceda explícitamente en las artes visuales reafirma su territorio. No obstante, desde esta instancia podemos pensar en esta nueva configuración creciente de los medios fotográficos como una posibilidad para pensar en otros públicos hasta ahora no alcanzados. Aquí aparecen prácticas relacionales, nuevos medios, interdisciplinariedad, prácticas tradicionales y contemporáneas presentadas en diversos formatos. No explora este planteo la renuncia a los mitos del arte sino a la posibilidad de producir desde sus elementos invisibles.
Presentamos NUEVOS PÚBLICOS como propuesta curatorial para este encuentro bienal que abre su espectro a ponencias, producciones, prácticas artísticas y educativas. Abre esta convocatoria la posibilidad de hacer visible prácticas integradoras desde los medios fotográficos, a festejar por tanto la oportunidad del encuentro.
1 Ejemplo de esto son trabajos como el de Sherry Levine, Richard Prince o Chuck Close.
2 Es irrisorio hablar de un público culto e inculto propio del sistema del arte del siglo XIX, no sólo porque parece más acertado hacerlo desde una configuración del arte contenida en la noción de campo o de red como la de Bordieu, Cauqueline o Mouline, sino porque esta idea presenta al público como observador, como receptor inactivo. Preferimos pensar en ese agente de recepción como un participante activo en la configuración de la práctica artística.
3 Si bien la idea de remake no es ajena a las artes visuales, la diferencia con el cine y la televisión es que algunos de estos no producen tensión con su referente histórico. Por el contrario la presencia de su referente aparece en muchos casos subyacente y no participa como una parte fundamental de la nueva producción. En este caso, los productores se centran en nuevos públicos objetivos, mejor aún de públicos carentes de actitud crítica, incapaces de comparar entre alguno de los wolfman que han aparecido en pantalla desde 1941.
Hola, cómo estuvo, hay fotos para mostrar?
ResponderEliminarhola, cuándo sabremos qué fotógrafos expondrán su obra en la bienal?
ResponderEliminarHola, ya está el cronograma actualizado.
ResponderEliminarSaludos y los esperamos!
che y random donde aparace? no lo encuentro
ResponderEliminarPerdòn por mi falta de manejo:)